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HISTORIAS DE UN CAMARERO DECADENTE

CORRE, CORRE, QUE TE PILLO, O DE SI VAS A HACER "SINPAS", ESTUDIA EL LOCAL ANTES DE SALIR CORRIENDO.

CORRE, CORRE, QUE TE PILLO, O DE SI VAS A HACER "SINPAS", ESTUDIA EL LOCAL ANTES DE SALIR CORRIENDO.

Acabábamos otra larga noche de una muy subjetiva larga jornada, tras recoger todo lo que habia que recoger, salimos casi toda la plantilla del local, en total: 14 camareros, 7 recogevasos, 8 porteros, dio la casualidad aquel día, que todos estabamos hambrientos y por lo tanto, decidimos ir a poner fin a nuestro hambre a un local que abria sus puertas a las 6:00 (Llevaba 2 horas abierto) y se dedicaba a dar almuerzos y desayunos a los diferentes zombies que vagaban a esas horas por las calles.

Entramos en el local y saludamos al encargado y a los camareros, debido a nuestra asiduidad (¿existe este palabro?) a este local, teniamos cierta relación con ellos y comentabamos que tal nos habia ido la noche y que tal les iva a ellos la mañana, nos dicen que al fondo del local, hay sitio para tanta concurrencia junta, juntamos varias mesas y procedemos a sentarnos, en total 15 personas (varios abandonaron por el camino, pero la plantilla de porteros quedo intacta y todos fueron a almorzar), procedemos a hacer nuestros pedidos mientras la camarera que nos atiende dibuja galimatias en la libreta, lenguaje en clave que traducido al castellano vendrian a significar bocadillos, sandwiches, platos combinados, refrescos, cervezas y cubatas.

Con las bebidas sobre la mesa, comenzamos a hablar sobre la noche y esas cosas, de lo que ha pasado, de que si has visto a la tia del niqui azul, que si has visto al tio del pelo raro, de que si ese me ha pedido a mi tambien y no estaba tan borracho, etc... 

Derrepente, entran en el bar dos amigos, que a grito pelado empiezan a increpar a los camareros pidiendo una mesa, cogen la comida del plato de los demas, vacilando a todo quisqui y por supuesto, tremendamente pasados, uno de ellos mandibuleando que parecia que estaba rumiando, no llegan hasta nosotros puesto que encuentran mesa libre antes de llegar, una vez sentados, empiezan a meterse con los parroquianos que tenian la desgracia de estar sentados a su lado, hablan a gritos, amenudo de forma ofensiva hacia la diferente clientela que los rodea, son dos chicos jovenes, de unos 22-23 años, altos, de buen porte, esbeltos, vamos, con musculitos y chulos.

A uno de los porteros (de unos 140 Kilos de peso) le incomoda de sobremanera el griterio de estos dos amigos, pero tras una larga noche de muchas horas, decide transmitir sus quejas en forma de conversación con el resto de los compañeros diciendo que "mecagüenlaputacalabera de los dos tontos esos, ¿no me están hinchando los huevos?", tras algún gruñido de aprovación, los 8 porteros los cuales ninguno bajaba de los 120 kilos de peso de puro músculo, se giran en sus asientos y miran con amplia desaprovación a los dos chicos. Los chicos, al sentirse mal observados por 8 tios enormes, vestidos iguales y alguno con sangre en la camisa, deciden apagar su fogosidad y dedicarse única y exclusivamente a consumir, llega el camarero y piden un opíparo almuerzo, sin cortarse un pelo.

El resto del almuerzo, prosigue sin altercados, seguimos contando anecdotas de esta noche y las clásicas de noches anteriores, derrepente, uno de los camareros se levanta de su asiento y exclama: ..."¡¡¡serán hijos de puta!!!, ¿pues no se han marchado sin pagar los dos imbeciles esos?"..., efectivamente, nos giramos justo en el momento que dos camareros salian corriendo detras de los dos chicos que acababan de salir corriendo.

Uno de los porteros se levanta y dice que si paga el, que esos dos pagan por sus cojones, que encima de haberle dado el coñazo en el almuerzo se pensaban que se ivan a ir sin pagar, acto seguido, sale corriendo tras los camareros, seguido por el resto de los porteros y algún que otro camarero, al salir a la calle vemos el panorama, los dos camareros no pueden con los dos chicos, los cuales, tras ver que los camareros, la verdad, es que no tenian ni media ostia, habian decidido dejar de correr y si les molestaban pegarles un poco.

Uno de los dos al ver salir en tropel a unos 12 tios, de los cuales 8 de ellos pasan de los 120 kilos, decide poner pies en polvorosa y salir corriendo, el otro, está de espaldas a la puerta, demasiado ocupado agarrando por el cuello a uno de los camareros que habian salido tras ellos.

La colleja que le llueve a mano abierta lo arroja contra el capot de un coche aparcado (obligandole a soltar al camarero), todavia preguntandose que es lo que habia pasado, es agarrado y levantado, los porteros se lo pasan de uno a otro como si fuera un juego y el la pelota sin que pueda hacer nada, cada portero le quita una prenda, hasta que uno se hace con su cartera, lo gira, se lo encara y le abofetea con su propia cartera y le pregunta que porqué se va sin pagar de los sitios, la cara del muchacho es de absoluto terror, el portero le comuníca que si el pagaba, que por sus huevos, pagaba el tambien, el muchacho no dice nada, blanco de terror se deja manejar como si fuera un muñeco.

Un par de empujones y el chico esta de nuevo dentro del local, al entrar, tropieza (en parte por algún que otro empujon) y cae al suelo, no puede más y empieza a llorar, callendole el moco y entre sollozos le pide porfavor a los porteros que no le peguen, que porque le van a dar una paliza, que no habia hecho nada tan grave, que lo sentia, que no lo volveria hacer nunca jamas de los jamases. Los porteros se miran entre si y sueltan una gran carcajada, lo levantan del suelo (no con mejores modales que antes), le dan varias palmaditas en la espalda, le aseguran que no le van a dar una paliza y le ordenan que se quede quieto en un taburete, que obedezca al camarero, el cual va a llamar a la policia para que venga a buscarlo (la cuenta era de las gordas), tras unas collejitas y palmaditas amistosas los porteros van pasando por su lado sonriendole y diciendole que no pasa nada, que se quede quieto y vuelven a la mesa al fondo del local.

El taburete estaba al lado de la puerta, los camareros habian entrado en la cocina a curarse las enganchadas, nadie podia cortarle el paso y viendo su constitución física, me jugaria el cuello a que corria más rápido que cualquier otra persona que se encontraba en el local, podria haber escapado, lo tenia mucho mejor que la primera vez que lo intento. Pero en vez de eso, el chico se quedo ahi sentado, con la cabeza gacha, sonandose los mocos, respirando apresuradamente y sollozando, con todo el orgullo perdido.

La policia llegó tras 10 minutos, hablaron con el,  el les dijo que queria pagar lo suyo y lo de su amigo, pero que tenia que ir al cajero, la policia lo acompaño al cajero donde saco dinero, pagó la cuenta y porfín salio del local libre de ir a donde quisiera.

Eso si, cabizbajo y con las risitas de la clientela de fondo. 

 

2 comentarios

carol -

Mira que les tienes tirria a los simpas tio... XDDDD

Bueno, lo dicho, el sabado si te apetece estas invitado a una copa en Sanse, por mi cumple ;)

El Honorable Bender -

Brillante. La historia también.

Asiduidad existe, efectivamente.