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HISTORIAS DE UN CAMARERO DECADENTE

AL LUNES CON BUENA CARA

Salgo de la ducha, hecho humo por todo el cuerpo debido a la diferencia de temperatura al correr la cortina. Preparo los bártulos de afeitar y me extiendo la espuma por las zonas de la cara que necesitan ser afeitadas, hacia años que no me afeitaba un lunes, decido decir adios a mis patillas y las recorto sin parar y sin piedad hasta que quedan iguales.

Limpio los restos de espuma de mi cara con agua caliente y una toalla destinada a dicho fin, tras eso cojo el aftershave y me lo extiendo por las manos para aplicarlo por el cuello, la barbilla y el mentón, por supuesto el aftershave no lo compro por la fragancia sino por la cantidad de alcohol que contiene, el aftershave tiene que escocer, sino escuece no cura, necesito sentir como penetra en la piel y se habre camino a traves de mis poros para sentir que hace algo, un par de aplicaciones, un par de bofetones cariñosos para aplacar el intenso picor y ya estoy como nuevo. Miro mi obra, tengo la cara como el culo de un bebe, es un trabajo perfecto.

El cepillo de dientes rebosa crema dental y lo hace tambien mi boca, me enjuago con agua y paso al antiséptico bucal, tambien me gusta que pique, me enjuago y escupo. Compruebo mi obra, mi aliento es fresco como un bosque virgen despues de la lluvia, esperaré un par de horas antes de encenderme el primer cigarrillo.

Me visto, me pongo guapo y me peino, me miro en el espejo, la imagen me giña un ojo y me dice que soy un tio cojonudo, que hoy es un día importante, todavia no ha amanecido pero hoy hay que hacer muchas cosas, me vuelvo a mirar ante el espejo, es normal que las mujeres se vuelvan locas por mi, estoy buenísimo, así poco a poco sigo subiendo mi ego.

Hoy va a ser un dia cojonudo aunque sea lunes, es una lástima que esta noche no haya dormido una mierda por culpa de unas cervezas que eran mias, se me escaparon y he estado buscándolas por varios locales, pero no importa, este lunes va a ser cojonudo.

1 comentario

Joan -

¡Qué envidia! Ojalá tuviera la voluntad para hacer eso en lunes o el día que sea.

Yo en cambio me levanto 30 minutos después de que haya sonado el despertador, me quedo delante del espejo inmóvil sin saber si limpiarme la cara o arrancármela, rebusco por la despensa más vacía que una nevera de estudiante, me visto desganado y me largo al p*t* curro. Como mínimo tengo tiempo para visitar un par de blogs :)