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HISTORIAS DE UN CAMARERO DECADENTE

MÉNTAME A LA MADRE

MÉNTAME A LA MADRE

Es curioso en las relaciones humanas, cuando dos personas se agradan, se caen bien, lo normal es saludarse con insultos, así pues un ..."¡¡¡Hombre!!!, cabronazo, ¿Qué tal estas hijo de la gran puta?"... no es otra cosa que un saludo amistoso. No obstante hay que tener cuidado cuando se juega a este juego puesto que podemos tocar temas "tabú" sin saberlo y herir los sentimientos de la persona a la que tan amistosamente saludamos.

Tambien es curioso las rápidas confianzas que se cogen cierta gente con los trabajadores de los locales cuando son asíduos, de tal manera que el haber hablado un par de veces con ellos, ya es suficiente para entablar los amistósos saludos a los que me referia en el anterior párrafo.

Trabajando a la batalla, con la barra llena hasta los topes, oigo una voz que se dirige a mi, una voz que dice que me va a partir la cara por ser tan hijo de puta, el resto de la clientela se vuelve para mirar a la persona que suelta semejante amenaza contra el camarero y acto seguido me miran a mi para conocer mi reacción. Digo que este local es un antro y que solo vienen los más cutres de la ciudad, estiendo la mano y saludo a la persona que instantes antes me habia amenazado. La clientela suspira aliviada al constatar que tan solo se trataba de uno de esos típicos saludos amistosos.

El peligro de estos saludos amistosos con público es que se inicia una competición entre saludante y saludado por ver quien dice la mayor barbaridad y quien acaba rindiendose, competiciones peligrosas sino se conoce demasiado al contrincante puesto que he visto a amigos acabar a puñetazos una de estas competiciones puesto que decidieron sacar la artilleria pesada y hacer daño de verdad con temas "tabú", vamos, que decirle a un amigo que su novia la chupa de maravilla cuando el sospecha que te la follas, aunque sea en broma, no puede acabar bien.

Continumos saludándonos y cada vez soltamos una burrada mayor, empezamos con lo cabrón que es cada uno, seguimos con lo gilipollas que es cada uno, continuamos con lo mariconazos que somos y empezamos a mentarnos a las madres ..."ja, ja, ja, vengo de que tu madre me haga una mamada, así que vengo contento"... claro está, un ataque de este tipo requiere que yo tambien ataque a su madre y mucho más que el a la mia, es entonces cuando mi saludante utiliza un sucio truco, cuando le digo que yo tambien me follo a su madre mucho más que el a la mia(claro está que más adornado que eso), cambia la expresión de su cara, entre tristeza, rabia y perplejidad, me dice en voz alta que se de sobras que su madre está muerta, es bueno interpretando y se crea un silencio sepulcral entre el público.

Yo no conozco demasiado al tipo que me saluda, es muy probable que sea cierto y tambien que sea mentira, si yo ahora me disculpo, es posible que mi saludante empiece a reirse, habré picado el anzuelo y el habrá ganado la competición...

..."y lo que me jode desenterrarla cada vez que me la quiero follar"... le digo, se rie, "que cabronazo" me dice, he ganado, tan solo era un órdago al final de la partida y la victoria es mia, estaba intentando colármela, apretón de manos en reconocimiento de vencedor-vencido y un "nos vemos" como despedida.

Atiendo a una chica que todavia no habia superado el estupor que le habia entrado cuando mi saludante habia dicho que su madre estaba muerta y me pregunta si yo ya sabia que su madre estaba viva.

La respuesta es sencilla: Prefiero quedar como un cabronazo sin escrúpulos que como un pardillo. 

3 comentarios

Sergio -

jajaj que bueno


a un amigo le paso algo parecido, pero termino mal
por que la madre del otro estaba muerta enserio :s

Raulito -

Tan real como la vida misma. Me ha pasado varias veces.
Un saludo

TeRMi -

Que mala leche tienes a veces...

Cabronazo ;)