EL ANGEL
Una oscura noche (como todas), de entre el calor de los cuerpos en movimiento y la niebla creada por cientos de cigarros salio un hermoso ser, todo en ella era perfecto como se movia, como bebia, como miraba.
Se acerco a la barra y me pidio un GinTonic, su voz era suave y armoniosa, con una sonrisa me pagó la consumición y giñandome un ojo me deseo buenas noches.
Se volvio a undir en la masa seguida por una manada de buitres, yo tambien soy un buitre pero enjaulado.
La verdad es que si me hubiese pedido un baso de meados no me pareceria menos guapa.
¿Cuantos corazones se rompen cada noche?, ¿Cuantos otros son imposibles de romper?, ¿Cuanto alcohol necesita la gente para atreverse a que le rompan el corazón?.
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Helena -