NOCHES DE SOFA
Me despiertan los gritos de una niña que le recrimina a Triki, el monstruo de las galletas, que no sea capaz de contenerse al ver una galleta y se la tenga que comer. La niña intenta que Triki no debore una bandeja llena de galletas pero Triki no puede reprimir sus instintos y debora galleta tras galleta.
Me he vuelto a quedar dormido en el sofa con la televisión encendida y me han despertado los crujidos de las galletas que debora Triki en el horario infantil, a la mitad de un incómodo sueño. Insconcientemente recojo el botellín de cerveza que supongo dejé apollado en el suelo, esta caliente, sin gas, asquerosa, pero la sequedad de la garganta y las pocas ganas de mover un solo músculo de mi cuerpo me obligan a pegar un trago y vuelvo mi mirada a la televisión.
Epi intenta que Blas juegue con el a imitar animales, pero Blas no quiere y Epi intenta convencerlo con diferentes artimañas.
Tanteo el sofá en busca del mando que seguramente desaparecio entre el sofá y mi cuerpo al quedarme totalmente dormido, cambio de canal, paso los anuncios de juguetes, coleciones de videos y "deuvedes" hasta que me topo con Pikatxu que combate contra un dibujo animado con un nombre raro que no recuerdo. Picatxu le tira rayos electricos (valga la rebundancia) por los mofletes pero el dibujo animado de raro nombre le pega con unas cosas que le salen de la espalda, esta vez Picatxu las esta pasando canutas y un niño con gorra no para de decir que le quiere mucho y que confia en el.
Me vuelvo a dormir. Al volver a despertar, Picatxu ya no está pero la cerveza me espera allí, en la tele una señorita cuenta que ha habido nosecuantos muertos en un lugar de nosedonde.
Con un esfuerzo sobrehumano me levanto y vago hacia la cocina en busca de agua.
Puta resaca, me espera una tarde muy larga.
