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HISTORIAS DE UN CAMARERO DECADENTE

SIN RUMBO

Rara vez fue la vez que nuestros labios se separaron durante toda la noche, solamente el tiempo necesario para que me pidieras que te besara de nuevo, cuando por fín salio el sol tu aroma se me quedó pegado a la piel cuando me quedé dormido sobre tu pecho mientras me acariciabas la cabeza. Un beso y otro me distes entre despedida y despedida intentando prolongar hasta el último momento de aquella larga jornada que se hizo tan corta, tras el último beso volvistes a casa con tu novio y yo como siempre, sin rumbo, me volvi a la mia.

1 comentario

Lucia -

Espero,deseo...que pasado tanto tiempo, hayas encontrado a quien besar sin tener que despedirte.
Besos.