¡SORPRESA! ¡SORPRESA!
Llega al local y enseguida consigue captar todas las miradas del personal y de la clientela, se mueve entre la gente con soltura, sin evitar el roce, siempre tiene una sonrisa para todo el mundo, desde la barra la vemos enseguida: pelo negro, largo y rizado, pantalones y top azul ajustados, increibles par de tetas, el par de tetas más grandes que jamas haya visto en vivo y en directo.
Se acerca a la barra y enseguida, conforme le va dando la luz, notamos que hay algo que no funciona: Nuez muy marcada, brazos musculosos y depilados, tetas siliconosas e incluso con relleno, voz de hombre (afeminandola) y rasgos faciales masculinos. Un hombre vestido de mujer.
Ella, se acerca a la barra y se pide un combinado, bromeamos un rato con ella y ella hace alarde de un vocabulario que sonrojaria hasta a los menos puritanos, la conversación con los camareros se torna a cada instante más verde y más porno.
Ella se habia situado justo en la puertecilla elevatoria de la barra y uno de los camareros al que llamaremos "El Abuelo", mete la mano por debajo de la apertura hacia la entrepierna de ella y rapidamente la retira con cara de sorpresa, todos nos reimos y ella le guiña un ojo mientras le sonrie, recoge su bebida y se retira hacia la multitud.
Ella volvio unas tres veces a mi barra, acompañada siempre de tres tios distintos que la invitaban a cubatas, tras la recopilación de datos tras el trabajo, supe que no solo fueron tres sino que tambien aparecio con tios distintos en otras barras del local. Tios que supongo que se llevarian una gran decepción cuando en la calentura del momento palparon el fruto prohibido que pensaban de otro genero, tios que supongo que si se les pregunta te dirán que a ellos no les ha pasado nunca.
Ella, la verdad, es que se dejaba meter mano sin ningún reparo en público y los tios ivan un tanto torcidos. Los porteros nos dijeron que la vieron salir un chico de pelo rizado que le sobaba las tetas con verdadero afán.
Las dudas asaltan mi mente ¿Lo sabria el chico?, ¿le daria igual?, tal vez. Pero supongo que es mejor darse cuenta cuando solo le has comido los morros que cuando por fín se desnuda en la intimidad de tu habitación.
La curiosidad me puede y pagaria (no al pie de la letra claro) por ver la cara del "rizos" cuando se encuentre con semejante cambio en el menu del día, es una duda que me asaltará siempre: ¿seguiria adelante?, ¿se espantaria?, ¿le daria igual?, bueno, eso de siempre es un decir, la verdad es que me la suda, pero es grato saber que alguna de esas famosas leyendas urbanas no son sino el reflejo de la realidad.
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