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HISTORIAS DE UN CAMARERO DECADENTE

QUE TE QUIERO

QUE TE QUIERO

Se acerca a la barra, será la primera vez que no la última que lo haga esta noche, ella, viene y me pide todas las copas de su cuadrilla de una en una y me las pide todas a mi, cada vez que viene me habla de chorradas y demas cosas, trivialidades, pero al final siempre tengo que cortarla puesto que si fuera por ella no podria atender a nadie más en toda la noche y se pasaria la noche hablando conmigo.

Ella tendrá (o deberia decir tendria) unos 18 años (sino 17) recien cumplidos, siempre tiene una sonrisa para mi y siempre que muevo la cabeza mirando la pista me encuentro con su mirada, es cuando ella rapidamente se vuelve hacia sus amigas y ellas se rien y hablan en corrillo mientras de vez en cuando una de ellas levanta la cabeza, se rie y vuelve a bajarla para continuar su charla con ella.

Un día se armo de valor y cuando acababa la noche y en la barra habia poco trabajo, se acerco y empezó a hablar conmigo, de tonterias y trivialidades, daba igual lo que dijera, ella lo encontraba todo gracioso y ocurrente, en esos momentos que se crea el silencio en una conversación, me mira a los ojos y me dice que me quiere, se me hace un nudo en el estómago y me hago el sordo, le pregunto que que es lo que ha dicho y me vuelve a repetir que me quiere, con la escusa de la música me vuelvo a hacer el sordo y me acerco como para oirlo mejor pero ella solo tenia valor para decirlo dos veces, así que me dice que nada, nada y vuelve con sus amigas con una triste expresión.

He tenido momentos en los que he pasado miedo, han estado apunto de partirme la cabeza unas cuantas veces y alguna que otra me he tenido que partir la cara, en todas esas ocasiones he sabido más o menos, con mejor o peor fortuna que hacer, pero jamas sentí tanto miedo y estuve tan deshorientado como cuando esa chica se acerco a la barra y me dijo que me queria, escondí la cabeza como un cobarde y le dije que no la habia oido.

No era mucho mayor que ella, supongo que se habria encaprichado de mi, no me conocia de nada más que de venir al local, supongo que seria uno de esos amores adolescentes que todos hemos tenido.

Nunca más la volvi a ver por el local.

6 comentarios

El Honorable Bender -

Por desgracia la vida misma, todo cuanto hacemos, no son más que palabras, y lo que hagamos de ellas nos harán ricos y héroes, o pobres y decadentes. Be water, my friend.

Deco -

Yo lo pasaba peor cuando alguien me echaba los tejos (y yo no podía corresponder) que cuando era yo quien atacaba. Quizás porque siempre iba preparado para el NO y así, si sonaba la flauta, la victoria era doble. En fin, que uno ha de probar los dos lados en algun momento.

apple crumble -

ta mareeeee... siempre hago lo mismo, ya es hora de que dejemos de correr

carol -

Haberla dejado terminar... a lo mejor queria decirte "te quiero... comer la polla hasta que de correrte tanto te sekes y se te quede la piel como un papiro..."

Es lo normal, no?

LeRTo -

Maldito hijo de perra... has perdido a una cliente. DESPEDIDO!!! xD

Nunca han llegado a decirme te quiero, pero por lo general todas las situaciones parecidas han acabado sin pantalones en el almacen

Tytyvillus -

Recuerdo la primera vez que una amiga me dijo lo mismo (tendríamos unos 15 años) y mi reacción fue también la del avestruz. Prefiero pelearme con dos borrachos a esto. Te entiendo perfectamente.