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HISTORIAS DE UN CAMARERO DECADENTE

EL TIPO DURO

EL TIPO DURO Nunca le faltó el dinero aunque nunca tube la certeza de donde lo sacaba, bebia cierto cocktail sin nombre al que le cambiaba las proporciones y lo estropeaba con demasiada ginebra. Daba igual, siempre lo bebia demasiado rápido como para darle tiempo a que su paladar lo saborease.

Era de esos a los que les encanta pagar todas las copas solamente para mostrar el fajo de billetes que abulta en su cartera, el tipo de persona que bromeaba con los conocidos y cuando estos se reian, su cara se tornaba de una seriedad innamovible como si lo hubieran ofendido, lo hacia simplemente para mofarse con la cara de miedo que se les quedaba a estos por temor a haberle ofendido.

En sus conversaciones simepre aparecia la palabra "respeto" en múltiples ocasiones, un respeto que se habia ganado con dolor y sangre sobre el cuerpo de varios desdichados que decidieron ponerse en su camino y no quisieron o no pudieron apartarse a tiempo antes de que los arrollara.

Jamás lo vi buscando pelea pero la pelea siempre le buscaba a el porque tenia la mala costumbre de luchar las peleas de otros y de recivir sus golpes, un tipo duro que pensaba que bien valia la pena repartir los golpes entre dos, en vez de correr y dejar a un amigo que los reciviera solo aunque la pelea estubiera perdida de antemano. Eso le costo que a su temprana edad tuviera demasiadas cicatrices y dientes falsos.

Cuando oia a la gente normal hablar de el siempre escuchaba las misma frase: ..."es un tipo peligroso"..., era el típico tipo que debes de conocer pero jamás confretarnizar con el, todo el mundo deseaba ser amigo suyo porque era el que más duro pegaba y ese era su respeto, el respeto que da el miedo y la amistad que te une a alguien al que le debes más de una y deseas pagarle la cuenta cuanto antes para perderlo de vista.

Tal vez por eso cuando estaba borracho como una cuba, que solia estarlo siempre, venia a que le pusiera otra copa y me contaba que queria a una chica que no lo amaba, que queria irse lejos de la ciudad, a otra parte, empezar desde cero. Sus ojos me decian que estaba cansado de peleas, de remendarse las heridas porque las peleas que realmente importan las habia perdido todas.

Una vez al cerrar el bar, en la calle, lo saque de una pelea en la que le estaban dando una paliza, en el portal donde lo recoste, se me echo a llorar encima de mis pantalones empapados en su sangre, pero no eran las heridas las que le dolian, era la desesperación que inunda al que empezó a pelear y no sabe como parar porque no sabe nada más, la violencia habia vaciado su vida y la habia llenado de falsas amistades y efímero respeto que se acaba cuando alguien más fuerte te parte la cara.

Porque siempre hay alguien más malo que tu y siempre te lo encuentras.

Con la dificultad de hablar que le ocasionaba la sangre de su boca y el labio partido y su brutal borrachera me dijo que era su mejor colega, le di varios pañuelos para tapar las heridas, le ayude a encaminar un tramo hacia su casa hasta que pudo andar por si solo y nos despedimos con un apretón de manos.

No lo volví a ver cuando cambie de trabajo y jamás supe su nombre.

1 comentario

Sergio -

me llego al corazon que vida de mierda que tienen algunos

pero de quien es la culpa eso no lo sabemos