POKER DE ASES
No lo habia visto en mi vida y ahora se sentaba en frente de mi mientras manoseaba sus naipes mientras perdia demasiado dinero. Tras varias horas de juego y muchas preguntas donde no importa la respuesta sino como contestas a la pregunta, supe, que perdia más dinero del que se podia permitir y aunque al principio supo mantenerse a cierto nivel, enseguida, su fachada se desmoronó y se vio claramente su absoluta preocupación por la gran cantidad de dinero que habia dejado encima de la mesa actuando de una forma totalmente desesperada.
Faroleaba sin cabeza e iva a todas las manos que generalmente perdia, su cartera se vaciaba cada vez más cuando sacaba un billete tras otro para cambiarlo por fichas y contra más dinero perdia más fuerte jugaba buscando que los "Dioses del Poker" le sonrieran con una buena mano donde recuperar lo perdido. Era fácil despojarle de su dinero y eso era lo que estaba pasando.
La última mano y yo ganaba bastante, habia sido una buena noche, pero mi mejor jugada todavia estaba por llegar pues cuando me repartieron las cartas descubrí que los "Dioses del Poker" me habian premiado con un trio de ases. En los descartes se vio que yo no era el único que llevaba jugada. Salvo el jugador que perdia más dinero del que se podia permitir que pidio cuatro cartas habia muchas posibilidades de proyectos de escalera o color e incluso de algún trio así que me costó aguantar mi jubilo y no cambiar la expresión de mi cara cuando un as se deslizó hasta mi mano haciendome poseedor de cuatro ases, de un poker de ases, de vez en cuando los "Dioses del Poker" hacen estos regalos a los mortales.
El jugador que perdia demasiado empezó la puja que fue inmediatamente subida por otro jugador que estaba esperando dicha subida, vi el envite puesto que crei que el siguiente jugador que supuse que llevaba un proyecto fácil de escalera defenderia su jugada, no me equivoque y subio. El jugador que perdia demasiado manoseaba y miraba constantemente sus cartas como intentando buscar una jugada donde no la habia y aunque he visto a gente temblar porque no se podia creer que llevaba una escalera de color, este no era el caso.
Así pues El jugador que perdia demasiado subio a su vez la apuesta en una muestra de locura extrema de "ir a por todas" mientras que el jugador que habia subido la primera vez se retira intimidado por el último en subir la apuesta mientras que yo ahora me destapo y subo todavia más con lo que consigo que el siguiente jugador decida retirarse y abandonar su farol y eso mismo deberia de haber hecho el jugador que perdia demasiado.
Saca de su cartera un par de billetes de los grandes, yo gano bien, no me supone esfuerzo verselos y si perdiese aún ganaria mucho dinero, es más, llevo un poker de ases, no se que lleva el en su mano pero seguro que no me gana y ha cometido la completa estupidez de suicidarse para, al final, no llevarse el abultado montón de pasta que hay sobre la mesa. Son los últimos billetes de su cartera y va al resto.
Suda, el jugador que pierde demasiado está sudando, como mucho lleva una pareja, evita mirarme a los ojos, solo estamos el y yo y ambos sabemos que yo gano.
Arrojo las cartas al mazo y digo que no veo su apuesta, hago como si me creo su farol mientras una sonrisa asoma en su cara por recuperar parte del dinero que no podia permitirse perder y es cuando el muy imbécil me enseña, echandome en cara, que me ha metido un farol con una pareja de seises, se rie, me gustaria decirle que me ha dado pena y que le he dejado llevarse ese dinero porque estaba perdiendo demasiado, quitarme la careta y hacerle sentirse mal, todos los jugadores intuyen lo que ha pasado menos el.
Hacia rato que habia amanecido y poco que se habia acabado la partida. Disfrutábamos de la última copa mirando por la ventana el gris y lluvioso dia, un compañero de juego me dijo que no sabia porque le habia dejado llevarse aquella última mano, que estaba seguro de que yo llevaba jugada, me encogí de hombros y le dije que no sabia a lo que me contestó que no le habia hecho ningún favor. "¿Crees que ese estúpido aprenderá la lección?, ¿crees que se dará cuenta de que puede perder demasiado la próxima vez que juegue o seguirá jugando como lo ha hecho hoy confiando en sus dotes de faroleador?, no le has hecho ningún favor, le habrias ayudado mil veces más si lo hubieras desplumado con esa jugada y ahora seria un imbécil que ha aprendido una lección y no un imbécil que no ha aprendido la lección sino que lo has ayudado a ser más imbécil y lo desplumarán en la siguiente mesa en la que se siente, en la siguiente y en la que juegue despues".
Me encojo de hombros y le digo que tal vez tenga razón.
"La caridad es aveces tremendamente injusta y no ayuda nada, pasar una temporada con el agua al cuello le habria ayudado más que el regalo que le has hecho permitiendole que conserve un poco de su dignidad", me dice.
Y tiene razón, aún así me llevé un buen pico.
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