LAS MADRES SIEMPRE TIENEN RAZÓN

Una de las chicas urga en su bolso en busca de un billete para pagarme la ronda, con un amable gesto le agarro de la muñeca y le digo que no hace falta que me pague puesto que lo van a vomitar, no se si la chica me entiende porque con una sonrisa me contesta que en realidad no soy un cabrón y que mi madre no tiene razón, se beben los chupitos, de trago, supongo que acostumbradas a beber Baileys y al Ponche Caballero, no imaginaban que podia haber algo más ardiente o mucho más fuerte y que por supuesto no puediera ser bebido de trago por su fragiles gargantillas.
Una de las chicas consigue levantar la cabeza entre arcada y arcada mientras que la otra continua vomitando sobre el suelo asta la primera papilla, con varios hilillos de vómito colgando de las comisuras de su boca, varios goterones de mocos callendo por su nariz, con los ojos vidriosos y a lloro tendido, con un sonido de voz totalmente gutural entrecortado por las arcadas porvenientes de su estómago ocasionadas por varias sustanciias que desean salir al exterior, la chica consigue decirme que mi madre tiene razón, soy un cabrón.
Y es que las madres siempre tienen razón.
2 comentarios
Lerto -
Si mi madre me dice que soy un cabron y el resto de la humanidad tambien... no hay lugar a dudas, no?
Courier -