La verdad es que he pensado en muchos títulos para ponerle a esta historia, en primer lugar pensaba simplemente poner la palabra HOMOFOBIA pero el título me parecia demasiado simple, por lo cual decidí optar por un título descriptivo como: HISTORIAS DE DOS LESBIANAS Y UN BARMAN HOMOFOBO pero me parecia un título demasiado parcial en el que se ponia a el Barman como el malo de la historia. Decididamente, tras descartar este segundo título decidí incluir uno en el que se reflejase más el concepto sobre el que hace alusión la historia y titulé este relato: LAS DOS LESBIANAS ESTÚPIDAS. pero no me convencia puesto que para entender en toda su amplitud la historia, en el título deberia incluir la palabra homofobia, así pues, opté por este último: HOMOGILIPOLLAS O HETEROGILIPOLLAS, UNA HISTORIA DEL BARMAN HOMÓFOBO, como ya habreis averiguado, el Barman homófobo, soy yo.
Antes de ponerme a relatar esta historia, tal vez sea preciso para que el lector comprenda mi relato en todas su amplitud, que comente un poco por encima, sin profundizar y a grandes rasgos, mi actitud ante lo que se conoce como el mundo gay y la mal llamada homosexualidad y si, digo mal llamada homosexualidad, os aseguro que mi opinión a escandalizado a más de una persona que se consideraba a si misma homosexual.
El sexo no tiene otro fin que el reproductivo, el problema es que los animales no se reproducen así porque si, la naturaleza a tenido que inventar el sexo y como es lógico y normal, si correrse doliera, nadie follaria y en tal caso nadie se reporduciria así que a la naturaleza, a dios, a zeus o a san pedro velero se le ocurrio que el correrse seria un placer indescriptible para hacer que nosotros, los animalicos, follásemos en cuanto se nos plantease la oportunidad.
No obstante si desvinculamos el sexo de la reproducción y no lo consideramos como un acto irracional que cometemos cegados por nuestros instintos y lo achacamos a un medio de placer, de trabajo e incluso de amor, mantener el sexo encerrado en generos es estúpido puesto que el género masculino y femenino solo tienen que ver con el sexo cuando este es con fines reproductivos, así pues eliminamos los géneros masculino y femenino del sexo y por lo tanto la heterosexualidad y la homosexualidad son dos palabras a mi entender completamente estúpidas.
Una persona que se cabreo conmigo cuando le dije que el no era gay sino que le gustaban las pollas me dijo que yo, entonces, metia en el mismo saco a dos hombres que mantienen una relación por puro placer (o amor el uno hacia el otro) que a un pastor que se tira a una cabra. La verdad es que esa persona tenia razón, las meto en el mismo saco pero tengo claro que una de las dos era una aberración porque no cuenta con el consentimiento de ambas partes, no obstante, esa persona se le quitó el cabreo cuando le aclaré que no solo metia a esos dos ejemplos dentro del mismo saco sino que tambien lo hacia con cualquier pareja hombre-mujer que tuvieran sexo solamente por diversión o trabajo, para mi, es el mismo tipo de sexo, que para gustos no hay nada escrito y que todos somos vastante raritos en la alcoba.
Para finalizar con esta disertación diré que el amar o el querer a otra persona no solo tiene que ver con el sexo sino que tambien con otros factores y que conforme avanzamos romperémos las barreras que nos pone el cuerpo, es una tremenda estupidez quedarse con las barreras que uno cree que tiene.
Espero que no os hayais vuelto locos leyendo en cursiva, alguno pensará: ..."este tio es maricón"... y quien sabe, tal vez lo sea, la verdad es que mi éxito con los hombres es casi mayor que con las mujeres, muchos hombres me dicen que con esas patillitas que tengo me parezco a no se que actor, cantante o artista de nombre anglosajón que no consigo recordar para mirar una puta foto suya en el google y aunque preferiria que fueran mujeres las que sintiesen esa atracción hacia ese actor, cantante o artista de nombre olvidadizo, nunca deja de ser un alago que te tiren los trastos.
Bueno, vamos con la historia...
Sábado noche, 03:00 horas de la madrugada, mucha gente en la sala, mucha gente en la barra, dos lesbianas "estandar" en la barra, morreandose, una vestida de hombre (A la cual le echaron el alto al meterse en el baño de mujeres porque pensaban que era un hombre) y la otra gorda y enorme, como toda persona coherente haria, les estrellé una botella de J&B en la cabeza a cada una por ser feas y lesbianas... eso es mentira, repetimos... como toda persona coherente haria, pase de ellas y no les atendí, estaban claramente más ocupadas comiendose la una a la otra que en pedir sus consumiciones y de echo no repararon en mi presencia durante todo el rato que estuve atendiendo en esa zona. Cuando la barra está llena y es imposible saber quien llega antes y quien llega despues (o lo sabes pero haces como si no, por no complicarte la vida), utilizas un método que lo podriamos denominar:
El Método de la máquina de escribir:
Se atiende de izquierda a derecha o de derecha a izquierda dependiendo de donde le salga de los huevos a el camarero y cuando se llega al extremo de su zona de trabajo "pling", salto de página y se vuelve al otro extremo desde el que se empezó a trabajar.
Así pues, las dos primeras veces que pasé por el lado de las dos mujeres, que se deboraban, hice notar un poco mi presencia sin éxito alguno y las otras dos veces ni siquiera intenté preguntarles a ver si ivan a utilizar la barra para pedir o para apoyarse para no caer al suelo mientras se deboraban tan apasionadamente, la verdad es que era todo un espectáculo.
Cuando estoy llegando al extremo más opuesto a donde se encuentran las dos mujeres, estas, dejan de besarse y la que parece un hombre me hace una señal con la mano para que las atienda a lo que yo respondo con otro amable gesto con la mano para que esperen un momento, me quedaban tres personas para atender antes de hacer el "pling" y volver a donde estaban ellas y casualidades de la vida, las tres personas que me quedaban eran los más listos de su grupo de amigos y los que peor memoria tenian, a los cuales habian mandado para pedir y transportar rondas de unos 8 combinados distintos cada uno aumentando de esa manera el tiempo de espera de la clientela, así pues, cuando atiendo al primero la mujer que parece un hombre se impacienta y me hace un gesto más exigente que el anterior para que ella sea la siguiente, a lo cual yo respondo con otro gesto indicándole que van dos personas antes que ella.
Paso a atender al segundo y la mujer que parece un hombre pasa a exigirme sin educación alguna, ordenándome, que la atienda inmediatamente a lo que yo responde que enseguida la atiendo pero que espere su turno, cuando atiendo al tercero y último la mujer que parece un hombre está completamente enfurecida e indignada y me ordena continuamente a grito pelado que la atienda no dejándome otra opción que mandarla diplomaticamente a la mierda.
Acabo de atender y me dirigo a las dos mujeres y les pregunto que es lo que van a tomar, la mujer que parece un hombre me insulta y me pide una hoja de reclamaciones, aviso a "El Imbécil" (El encargado) para que se la traiga y paso a atender al siguiente cliente, la mujer que parece un hombre me insulta y me ordena que le sirva ahora mismo, simplemente, la respuesta obvia es: No, espera a "El Imbécil" si quieres pero yo a ti, ya no te pongo nada.
"El Imbécil" suda y está nervioso, no le gusta lo que la mujer que parece un hombre está escribiendo en la hoja de reclamaciones, que a decir verdad, parece que está escribiendo el Quijote, cuando acaban, "El Imbécil" me dice que les atienda a lo cual le respondo que ni hablar porque me han faltado al respeto, "El Imbécil" me ordena que les atienda pero está demasiado nervioso para intentar, en vano, coacionarme y ante mi rotunda negativa y mi subida de tono para equipar mi tono de voz a su simulación de voz de "estoy enfadado y soy el jefe", le pide a otro camarero que las atienda, lo cual hace incrementar el enfado de las mujeres al ver que no era yo el que iva a pasar por el aro.
Cuando leo lo que a escrito la mujer que parece un hombre, para escribir la contra, entiendo el nerviosismo de "El Imbécil" estaba tan nervioso, en la hoja pone expresamente que lo que ha sucedido esta noche a sido un episodio de homofobia perfectamente denunciable, un compañero que escuchó fragmentos de conversación me dijo que habia oido como la mujer que parecia un hombre le decia a "El Imbécil" que si pertenecian a no se que asociación de lesbianas, que si abogados, que si denuncias, que si juicios. Escribo lo que realmente a pasado, firmo y se la entrego a "El Imbécil", la mujer que parece un hombre la lee, se indigna y la pareja se marcha indignada y rabiosa.
Conclusión: Yo trato a todos los gilipollas igual, me da igual homo que hetero, blanco que negro, los gilipollas siempre merecen el mismo trato, el de gilipollas.
Moraleja: Si hay algo que me quema es esa actitud prepotente, cuando uno intenta pisotear a los demás y los demás no se dejan, entonces esta gente no se plantea si es por algo que han hecho mal ellos o incluso ni siquiera se plantean si tal vez estaba equivocados, simplemente se amparan en su condición de "diferentes" y se defienden atacandote porque tu eres el culpable, porque los odias porque son "diferentes", son estas personas las que se automarginan pero no porque sean "diferentes", es simplemente porque son gilipollas. No lo hacen queriendo, realmente creen que el mundo es injusto con ellos por su supuesta "diferencia" y son los demás los que les atacan porque les odian, no porque se han intentado colar de todo el mundo y saltarse el turno.
Postdata: No son locuras mias, varios clientes y clientas alucinaban con la pareja y les decian que no tenian ninguna razón.
